La Yashica Electro 35 comenzó a comercializarse en 1966 y supuso toda una revolución por introducir un obturador automático con prioridad de apertura. Gracias a este dispositivo electrónico el fotógrafo solo tenía que seleccionar la apertura y la máquina, mediante un fotómetro que se activaba pulsando el disparador a medio recorrido, calculaba la velocidad. Si era inferior a 1/30 se encendía en la parte superior una luz de color naranja, y si era superior a 1/1500, se encendía una luz roja. El problema asociado a éste sistema es que en ningún momento el fotógrafo conoce la velocidad exacta a la que se realiza el disparo y tan sólo puede guiarse por las luces indicadoras. La situación se complica aún más para utilizar la cámara hoy, porque las pilas de mercurio que utilizaba dejaron de fabricarse por su alta toxicidad. Quedan dos opciones:
- Adaptar las pilas 4LR44 actuales de 6v (con un adaptador específico o utilizando monedas de un céntimo para rellenar el espacio que queda vacío en el porta pilas por ser la 4LR44 más pequeña)
- Disparar sin fotómetro, teniendo en cuenta que la velocidad de obturación por defecto es de 1/500. Así que diafragma muy abierto y nada de días nublados.
Existen varios modelos de la Electro 35, entre ellas el FC, que se introdujo en 1973. Es una de las cámaras más sencillas de la gama, que emplea un objetivo Yashinon DX f/2.8 40mm, que sustituye al Yashinon f1.8/45mm de los primeros modelos.
Estas dos imágenes están sacadas del carrete que encontré dentro de la cámara, que me costó 5 euros en el en el mercadillo del túnel de Santander. Se ve claramente la diferencia entre la foto bien expuesta (cuando el fotómetro aún funcionaba) y la foto disparada a 1/500 en un día nublado. Las siguientes son fotos sacadas a la misma velocidad pero en días más luminosos y con diafragma abierto. Intenté arreglar el tema de las pilas pero no hubo suerte...
